miércoles, 1 de marzo de 2017

EL HOMBRE DE CENTENO.

Los psiquiatras se drogan
en la ciudad fantasma,
donde los ángeles anidan
en chimeneas abandonadas,
al acecho de palomas tísicas.

El hombre de centeno,
sentado junto a una fuente
de vocación milagrera,
merienda poemas agrios
con infusión de flor seca.

La niña de ojos de daga
se le acerca ceremoniosa
y le entrega una mariposa exhausta.

"Ella también volaba",
le dice mientras se va saltando,
perdiéndose entre los hijos
de los borrachos dominicales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...