sábado, 31 de diciembre de 2016

DESEOS 2017.

Que lo que quede les sea amable,
que lo que venga sea con piel,
los sinsabores de miel
y los vientos favorables.

Que sólo duelan con gusto
mientras expriman placeres,
siempre gratos los quehaceres
y que triunfen los justos.

Que las mentiras sean piadosas,
que las verdades sean ciertas,
que se apaguen las alertas
y que se enciendan las rosas.

Todos los días aprendan,
que nunca olviden lo bello,
la curvatura de un cuello
y los besos que nos vengan.

Que sean felices a ratos,
y que sea con frecuencia,
que este año no haya ausencias
ni piedras en los zapatos.

Es mi deseo sincero
para las gentes sencillas
que no saben de rencillas
ni pleitean por dinero.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Torpe villancico del acompañante.

Hay goteros de espumillón
en la blanca estancia
de la niña
y peregrinan magos
ofrendando sueros
y paz de noche,
intravenosa.

No se cantan alabanzas,
pero la esperanza brilla
sobre las sombras de dolor
y del miedo que se aleja,
prudente y silencioso.

Fuera,
donde habita el cigarrillo,
siempre clandestino,
el frío de Pucela
se resiste a la sal de la tierra.

Me trajo una estrella,
de dudosa bondad,
a velar tu sueño convaleciente
de heridas
de renacimiento.

Entre algodones se celebra,
levemente,
la vida peleada.













miércoles, 14 de diciembre de 2016

BIPOLARES TIEMPOS.

Bipolares tiempos
del extremo categórico,
palabra atrincherada
con munición precocinada,
envasada al vacío
del cráneo vano,
bóveda de la nada.

La libertad se abarata,
se devalúa en concepto,
y arropa los desmanes
contra el disidente.

Los códigos de arcilla,
modelados a demanda
de la corrección que proceda,
según la corriente
del ansia de pertenencia
al rebaño más cercano.

Lo objetivo es utopía,
quimera en la tendencia
de la pasión o el rito.

Banderas como arma,
embozando la razón desnuda,
púdicamente patriotas,
protegiendo las vergüenzas
ante enemigos externos,
catalogados por remesas.

Legión son,
los hambrientos de sentencias,
a la espera de acicate
para la mordedura seca.

Tiempos de jauría,
de ídolos de barro
devorando la idea.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

TRISTE CANCIÓN DE ENTRE PUENTES.

Miro de dentro hacia fuera,
como buscando calor.
Soy cazador de quimeras
entre las manchas del sol.

Herido tras la refriega
por un disparo de flor
que regalo a quien me niega,
para que luzca mejor.

Recojo el guante
con el talante
de un maleante
sin voz.

En esta esfera,
toda escalera
tiene trinchera
feroz.

Pueden llover algodones
en rabioso temporal,
pueden arder los balcones
de la calle principal.

Enloquecidos gorriones
devorando a un Cardenal,
ellos tendrán sus razones
para librarnos del mal.

Tejo canciones
a borbotones,
con sus raciones
de sal.

Sin emociones,
hago ecuaciones
con las naciones
sin mar. 

MAÑANAS DE PLOMO.

Eran mañanas de cualquier vuelta de esquina, 
mañanas cotidianas de absolución provisional 
o condena cierta. 
Mañanas de posibilidades, 
revólver en bolsillo 
y azares en ruleta. 
Mañanas de estampido, 
amigo desguazado 
para funeral con bandera. 
Eran mañanas grises, 
solitarias sin abrigo 
de nada y de nadie. 
Mañanas expectantes 
del azar de la metralla 
o bala en nuca. 
Como asumidas, 
como reo de un delito 
nunca cometido. 
Cuánto maldigo los gatillos, 
casi tanto como los silencios. 

martes, 6 de diciembre de 2016

PERDONA EL RUIDO.

Quizá no ayude lo que digo,
las palabras son aire ciego
que se colorea en el lienzo de tu nuca.

Quizá no importe,
puede que un silencio tenga
más textura que mi verso,
que sólo es eso,
signos con cadencia
y voluntad frustrada.

Perdona el ruido
si respiro sílabas
y no hagas caso,
hay más música en los ojos
de la gente que mira al paso. 

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...