viernes, 19 de agosto de 2016

UN DÍA COMO HOY.

Un día como hoy,
balas negras de odio negro
mataron mariposas blancas
de palabra limpia.

Un día como hoy,
la negra España
asesinaba quejido puro
y luces de Manhattan.

Por miedo a luz de verso,
los cobardes tiran de fusil
acallando inteligencia.

Un día como hoy,
lágrimas yermas
emborrachan a los convidados
a cualquier boda de sangre.

Granada es ronco gemir
por el poeta segado
con hoz de herrumbre. 

NOTICIARIO DE AGOSTO.

Arde el planeta
con pose veraniega,
las bombas matan como siempre
y los héroes muerden el oro.

Esposas, ex esposas y
asimiladas
mueren a manos
de la bestia,
un día más,
más demasiado.

Animales burlados
en sangrientos ritos
a veces matan en lo festivo,
a la sombra de vírgenes
floreadas de aullidos.

España está,
donde siempre,
sin gobernanza,
a la deriva
de una tripulación
siempre ebria
de botines.

Luego estoy yo,
rozando la indolencia,
atravesando el estío
con el hastío propio
del desencanto sudado
bajo la nube fiera. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

PERDONA, LECTOR, PERDONA.

A veces caen
las horas insomnes
sobre mi frente quebrada.

Se expande la noche
en abanico de plomo
y el ser se agrava.

Ahumo el pecho
y hay parto de palabras,
prematuras siempre,
que vomito
de mal digeridas.

Elucubro sobre este ansia
por dejar constancia escrita
y pienso en las ideas
como miasmas tóxicas
que expeler debiera.

Quizá sea locura cierta,
y sólo ejecuto dictado
por las voces que niego.

Perdona, pues,
lector paciente,
estas breves neuras
que te llovizno.

lunes, 15 de agosto de 2016

RAZÓN DE ESTADO.

Tengo razón de estado,
en estado de gracia
gestada una noche blanca.

Razón tengo
dentro del cráneo,
y estado activo
en mi biografía.

Por el estado,
ese en el que me encuentro,
razones doy a la medida.

Estado y razón,
razonar y estar,
ser, pensar,
divagar en la penumbra
de un madrugar festivo.

sábado, 13 de agosto de 2016

LLAMAS.

En las alas del aire negro 
viajan palabras oscuras 
que envenenan hemisferios
del planeta y la cordura 
se esconde en el aguacero 
de la llovizna más pura, 
por regar el orbe entero 
y apagar así las llamas 
del fuego de la demencia, 
que engulle todas las ramas
de la razón y conciencia. 

No hay posible convergencia
entre el hombre insostenible 
y la luz de la experiencia. 

Casi todo es previsible, 
entre el ciclo y la órbita. 

Se repite lo posible 
en la ciudad más inhóspita 
de algún país pendenciero 
atestado de gañanes. 

Pero nos queda el consuelo 
de sabernos tan mortales, 
tan leves, perecederos, 
como lo son nuestros males.


viernes, 12 de agosto de 2016

RAZÓN DE TU PARADERO.

No supieron darme los árboles
razón de tu paradero.

El semáforo del sendero
dejó pasar a las flores,
bloqueando al venidero
tiempo en que te tuve
y te peinaba con la nube
más limpia del mes de enero.

Por la noche hay luna muerta,
a la mañana un lucero
se despereza en mi puerta
para invitarme a un crucero
por mares de peces locos
y por hallarte, yo invoco
a dioses que no venero.

Mucho pesa esta cadena
que mis viejos pies lastra,
porque en mi pecho se encastra
la celda de esta condena.

Viajo en el calendario,
hoy llanto, mañana pena,
sediento me trago arena,
disparo hacia el campario
cual si valiera la llamada
que te hago desde el osario
con la fecha postergada.


DIARIO.

A la sombra de un planeta
tengo camisa tendida.

Cultivo bolígrafos rojos
en maceta de papel
que abono con palabras muertas.

De menú,
alas de gorrión confitadas
en salsa de eucalipto calcinado.

Duermo en un felpudo
tejido en cabello de hada
tras mis oraciones a María,
La Magdalena.



jueves, 11 de agosto de 2016

AL PASO.

Autorretrato


Al paso voy,
sumando,
más bien restando,
pues el camino se estrecha
y el tiempo no expande.

Ahí sigo,
en cualquier calle,
estridente sólo a letra escrita.

Quereres porto,
y desquerer también,
hoy uno que no debiera
por aquello de las fechas
y el árbol del que se es rama.

Mas tiene la vida eso,
vivir y desvivir,
y vivencia dulce,
amarga,
y lesiones de entraña
que te construyen
en erosión.

Al paso voy,
sin aspavientos,
mas celebrar, celebro
la vida que cargo
en el petate gastado
y la que robo
a los días venideros. 

Gracias doy 
a quien me estima, 
a quien no también 
pues me libra del peso 
del malquerer. 

A quien me odia 
agradezco sus pesares 
y recomiendo vida propia, 
que el odio vida resta 
y valioso tiempo ocupa. 

Levanto mi vaso y brindo, 
por vosotros, 
por los de siempre, 
los cotidianos imprescindibles 
y los esporádicos en dulce. 




martes, 9 de agosto de 2016

SERMÓN DE MONTE BAJO.

En esta esfera anómala,
donde la vida hizo nido,
sin cinturón viajamos
atravesando lo inmenso.

Frágiles y breves,
ínfimos a toda escala,
polvo volátil
en el todo por conocer.

Despojaos de las liturgias,
de los mitos inoculados,
y explorad la verdad
sin asumir la patraña,
la que frena todo afán
por sabernos en lo cierto.

Somos pasajeros
de corto recorrido
y escaso es el tiempo
para gastarlo en la culpa,
el perdón y la farsa.



viernes, 5 de agosto de 2016

UNA CENiCIENTA CUALQUIERA.

En alguna calle negra
encontró galope y vuelo
de bajo coste,
fugaces estrellas
de cielos robados,
y el paso se le torció
a tacón roto.

Descendió todos los sótanos
y bandadas de manos sucias
ocuparon la piel rota.

Respirando alientos
de mal vino
por tener billete
para el corto trayecto
a cualquier infierno.
Ni sombra en la acera
deja su osamenta helada,
a la espera de algún fin
sin perdices prometidas.



miércoles, 3 de agosto de 2016

ESTOS TIEMPOS.

En los tiempos de las caricias pérdidas,
la lágrima cierta y el rugido,
la sonrisa huérfana
y el beso helado,
al aire de las mejillas,
hay lugar para el hallazgo.

A veces brota la palabra amable,
la flor de aliento
y la belleza,
silvestre y feroz,
explosiva,
tiñendo los grises
de verde vivo.

En estos tiempos de discurso envuelto
en celofán robado,
de ternos huecos,
impostados en la promesa,
de la patraña asumida,
queda hueco para lo honesto.

Gente queda
que te devuelve el rostro extraviado,
que no te roba la mirada
y te da la mitad
del aire que respira. 

martes, 2 de agosto de 2016

Roca y arena.

Cierto es que me disperso en racimo,
me atomizo como llovizna,
soy roca,
soy arena,
soy muchos,
siendo yo solo,
bien poco, al cabo,
demasiado a veces.

Me doy y me reparto
o me encierro y me niego,
vuestro
o sólo mío
en mi núcleo huraño,
mi sólo ser
sin estar siquiera.

Será el polvo de estrellas
que nos forja,
el que nos expande
y nos condensa,
colapsándonos a cada poco.

Y puede un paso
ser salto al vacío
o cruce de frontera.


SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...