No nos son ajenos,
que nos son propios.
No aterrizaron
ni brotaron en los huertos.
Son nosotros,
nuestra indolencia,
nuestras pequeñas sisas
multiplicadas,
nuestra avaricia consumada,
nuestras miradas a otro lado,
nuestra crítica de taberna
y nuestro voto de mal menor,
por acción u omisión.
Son lo que dejamos
que fueran,
réplicas de nuestro afán.
Rasgamos vestiduras
siempre tarde,
cuando el expolio ahoga.
martes, 4 de noviembre de 2014
Son nosotros
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Vestido de túnica de lluvia terca y constante, hago visitas programadas de protocolos de delirio. Sociedad, social, sociable, soci...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
-
Sujétame un momento la vida que te construya un poema sin mucho cimiento, desmontable a tu antojo, de campaña, que te resguarde y te aco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.