sábado, 3 de mayo de 2014

Sociedad

Somos sociedad, me dicen,
y yo veo rebaño
de corderos pascuales,
no sé,
espectadores merinos
rodeando la mansión
de los atrapados en el evento.
Hay Viridianas vírgenes,
siempre piadosas,
entregando raciones de virtud
al zafio indigente indigesto
del vino agrio.
Apóstoles de la estafa
y mesías de tertulia
rivalizan en el trueque
de conejos por liebres
de monte urbanizado.
Europa es cajón de sastre, 
desastrado de patrones extraviados. Nos agota la fábula plagiada
con trucada moraleja.
Y al Este los fusiles
y las banderas de mortaja.

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