En la casa del asesino
los cuchillos dan la hora
y en el filo esconden
las auroras.
En la casa del demente
las toallas cantan arias
de óperas asincopadas.
En la casa del cura
la despensa se reclina
empachada de pecados
bajo velo nupcial
de cadáver al santo óleo.
En la casa,
las cosas,
de casa son,
quedan en casa.
domingo, 7 de julio de 2013
En la casa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Vestido de túnica de lluvia terca y constante, hago visitas programadas de protocolos de delirio. Sociedad, social, sociable, soci...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.