lunes, 29 de agosto de 2011

LA CABINA

Patológica será 
la soledad en multitud 
que me visita a cada tiempo. 
Un frío arropado, 
silencio en la algarabía, 
calma chicha 
en la tormenta perfecta. 
Seré palmatoria antigua 
en atrezzo contemporáneo. 
Sé que hay voces 
que me aluden 
mientras la sordera escucha nada, 
sólo el adagio interno 
de esta sinfonía en fuga. 
Ni me cortan los mandobles 
de quién desprecia manifiesto 
ni la caricia aporta luz 
a la buhardilla como celda. 
En estos días, 
en estos ratos, 
no habito este planeta 
y lo humano me es ajeno, 
lo divino nunca fue. 
Leve pluma de ánade 
fugada de alguna almohada, 
sobrevolando lo que ocurre, 
o quizá, 
más acertado, 
José Luis en La Cabina, 
clamando hermético, 
mortalmente sellado. 

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