lunes, 1 de noviembre de 2010

PEQUEÑO REGALO

En este día lluvioso,  
que nos enmohece el alma, 
mira qué ofrece mi palma, 
palabras de afán precioso, 
no de preciosa piedra  
sino de alma desenvuelta 
por tu carne bien resuelta 
y por tus labios de hierba.  
Porque hoy cumples más vida, 
y a mi lado por azares, 
por eso entrego los mares 
de estos versos sin medida. 
Puede ser regalo pobre 
para la fecha especial 
pero sería fatal 
que hasta esto poco te sobre. 
Porque son pequeñas velas 
para un pastel de ternura, 
llamas leves que perduran 
si entre tus senos las llevas. 

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