Por qué empeñarse
en la prospección
de los vanos aires
de lo divino,
lo etéreo,
la idea soberbia
de dioses al amparo.
Que es la carne esencia,
ahora viva,
más tarde putrefacta,
abono del brote,
del seguir estando
sin estar.
Y nadie somos,
como entonan plañideras,
seamos algo mientras lata
el motor castigado
de nuestro andar a tumbos.
Siente la caricia,
evita la bofetada
y gasta el tiempo,
esa medida elástica
que se evapora
si lo bebes con ansia.
Ora si te place,
consuélate en perdones
por pecados sin purgar.
Pecados compartidos.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Vestido de túnica de lluvia terca y constante, hago visitas programadas de protocolos de delirio. Sociedad, social, sociable, soci...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.