Bien es cierto
que no acierto
con el concierto
buscado
y desconcierto,
abierto,
cerrado,
convierto
las llamas
en aguas tibias,
me vierto,
abierto
como un templo
al peregrino experto.
No miento,
siento,
consiento,
disiento
y asiento
en papeles ocres
mi desaliento.
No hay viento
ni movimiento
sísmico que tambalee
el pensamiento.
Sin lamento,
camino así,
sin juramento,
con mil acentos
por estamentos
de asentamientos,
lentos,
violentos,
contentos
o macilentos
de muerte y muerto.
Despierto,
alerto
mis brazos yertos
y labro huerto,
desierto,
flores descuento
para alimento,
emolumento
de peón atento
y aumento
mi paso lento,
a contraviento,
baches a cientos.
Lo siento.
viernes, 9 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Vestido de túnica de lluvia terca y constante, hago visitas programadas de protocolos de delirio. Sociedad, social, sociable, soci...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
-
Sujétame un momento la vida que te construya un poema sin mucho cimiento, desmontable a tu antojo, de campaña, que te resguarde y te aco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.