martes, 30 de junio de 2009

TIEMPO DE INSECTOS

Una estampida

de libélulas salvajes

embiste el ánimo

de mi tez

de corcho molido.

Puede ser

que no tenga

más porvenir

que la plaga.

Convivo

en el enjambre,

inmune a la picadura,

y reposo en el sofá

vestido de abejas.

No hago más

que pisar orugas,

procesionarias,

penitentes

y urticantes,

que peregrinan necias

a mi pecho

de tronco hendido.

Amago el grito,

mas de mi boca

emanan rebaños

de polillas

que silencian llamadas

con carraca

de aleteo.

Mientras,

el grillo en temporada,

afina el violonchelo

de sus monótonas patas,

pretendiendo atención

sobre el musgo

de mis rodillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...