lunes, 5 de noviembre de 2007

EN PIE, OTRA VEZ

Te incorporas del lodazal,

donde no caíste,

donde te revolcaste

a sabiendas

y buscas lluvia,

agua clara de blanca nube

que arrastre las marcas

que te llevaron al cieno.

Hay que volver al camino,

al asfalto seguro y amplio,

abandonar el alambre

sobre el abismo,

mal funambulista

casi siempre ahorcado.

No hay jarabe para la culpa,

y la vergüenza extraviada,

solo el impulso nuevo,

reconducido,

te encarrila

lejos de la cuneta.

Mira la convergencia

de rutas en horizonte

y busca el ser

que quieres ser

y el estar

donde quieres estar

sin atajos ni rotondas.

Ni duele ni humilla

la bofetada oportuna

que espabila del letargo.

Nunca es bueno el sedante

si nubla realidades,

dolores,

rabias,

hastíos,

curan con voz amable

y ojo abierto,

deslumbrado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...